JPZT

Será el ayer...

Ayer estuve a punto de cometer un error imperdonable, estaba desesperado y lo mejor que pude hacer para tranquilizarme fue escribir cartas y llorar, llorar mucho. Aclaro, no hice dramas pero parecía regadera, una muy silenciosa regadera. 

En ese lapso de angustia decidí actuar a primera hora del día siguiente  pero me levante tarde y ya no pude hacer lo que me propuse porque tenía que hacer otras cosas... y ya tenía mucha flojera. Después pensé en la bendición de mi defecto número uno, no poder levantarme temprano, que además de no permitirme cometer una estupidez hizo que pudiera olvidar las cosas de una mejor forma. 

Malditos defectos, creo que están por algo más que joder y por eso es que no se van.