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El Perro al Lado

01 junio, 2011

La verdad, no tenía ganas de hablar contigo, tuve hasta ese momento un día difícil y aun cuando ya pasó lo peor, tengo fe en que algo bueno pase aunque se vea difícil. No me alegraste el día quiero decirte. ¿Te mencioné que no me gusta que pregunten "¿Cómo estás?"? Considero que es un convencionalismo innecesario e incomodo, más cuando se trata de una persona a la que no vez desde hace mucho y no se puede determinar cuánto tiempo se tiene que estar ahí, esperar un medio de transporte, una persona, tu sabes, UNA TORTURA quedarse, aparte de quería comer y dormir.

Imaginé ese momento justo antes de verte (qué cosas), lo pusé en: "Situaciones incomodas" al lado de "Cosas que no se deben decir cuando vez a un viejo conocido". No fue necesario centrarme en alguien para pensar pero me divertía creyendo que por ser una situación bochornosa era de risa, cuando no era yo el que sufría, obvio.

Una lástima lo que pasó, de haber revisado mis apuntes mentales al menos podía haber sido más símpatico... cosa que no me gusta ser con desconocidos. Lo siento, tampoco considero que tengamos una amistad, suelo reir y hacer reir a lo estúpido diciendo cosas incoehrentes. SOY para los puros cuates.

2 comentarios:

Jimena dijo...

Para los cuates, así es mejor.

Pouz Rij Cortte dijo...

Siempre ;)