-¿A estas alturas de la vida arriesgando la vida? No tengo idea en dónde se encuentre mi ex-amigo, el de la conducta antisocial y de la risa diabólica. Pobre, me cambio por alguien que al final no le brindó nada de lo que yo fui, como las relaciones comunes y sin chiste, la suya terminó desgastándose y perdiéndose en el tiempo (el puto tiempo, para que suene como cuando alguien le jala al escusado). -Muy buenos recuerdos... Mientras todos lo niños jugaban con sus cosas idiotas, nosotros planteábamos prender fuego a toda la hilera de arbustos secos que había en el estacionamiento... -¿Y ahora? Nada, el anda por ahí y es muy incomodo mirarlo si la casualidad me topa de frente con él.
28 marzo, 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
desconcertante, en verdad, cuando personas que fueron muy cercanas se convierten en meros conocidos incómodos, es muy extraño.
La verdad más verdadera la ha dicho XD
Pero vaya que tiene su lado triste.
Publicar un comentario